Madrid ,
1963 .
España
Descripción del artista
Alcázar es arquitecto de formación. Y esta es la tercera influencia que configura su pensamiento.
En la Escuela de Madrid trabó amistad con los principales arquitectos del país. Francisco Alonso, Ricardo Aroca, Alberto Campo, Rafael Moneo…lo que hizo de él un artista obsesionado con el trato particular de los materiales, la proporción y el uso insólito de conceptos tradicionalmente concebidos para otro marco. Tornillos, cronómetros, huellas de pasos, graffitis, glaciares, bombillas literarias o pizarras con cálculos numéricos, auriculares, carros, cebras, libélulas manillares, …
conviven con armonía entre sus conocidos y genuinos retratos desnarigados. En estos, realiza el inverso del retrato de Dorian Gray. Como dibuja los menos rasgos posibles preserva del envejecimiento al retratado y obtiene la esencia desnuda de su personalidad, lo inalterable.
Alcázar defiende la idea del arte por encargo y se desenvuelve con facilidad dentro de esta presión gracias a su versatilidad y contundencia. Para este artista como para Nietzsche “Sin arte la vida sería un error”.
Características de la obra
Identificador de la obra |
2152 |
Título |
ST |
Medio |
impresion |
Técnica |
mixta sobre tela |
Estilo |
postconceptual |
Alto (cm) |
90 |
Ancho (cm) |
116 |
Fondo (cm) |
0 |
Año de creación |
2008 |
Tiene marco? |
No |